El protocolo notarial, ahora electrónico

La revolución tecnológica del Notariado continúa. Comenzó en el año 2002, con la constitución de la Agencia Notarial de Certificación (Ancert) y, después, con la apertura de la sede electrónica notarial que dotaría al Notariado de los más avanzados medios y sistemas de información para el intercambio y tramitación electrónica de documentos y datos con Administraciones Públicas (como las comunidades autónomas, la Dirección General del Catastro, los registros mercantiles y de la propiedad, los ayuntamientos, etc.).

En 2021 se abrió esa sede electrónica a ciudadanos y empresas a través del Portal Notarial del Ciudadano, en el que actualmente se pueden realizar algunos trámites previos a la firma, videoconferencias con el notario y recibir copias simples de las escrituras públicas, entre otros.

Y en noviembre de 2023 se dió un paso más gracias a la aprobación de la Ley de transposición de directivas de la UE, que incluye la digitalización de actuaciones notariales. De esta forma, los notarios pueden autorizar actos jurídicos por vía online por primera vez en la historia y pusieron en marcha el funcionamiento del protocolo electrónico.

Los documentos que se pueden autorizar por vía íntegramente online, a través del Portal Notarial del Ciudadano, son las pólizas mercantiles y todos los actos societarios, así como determinados actos unilaterales como algunos tipos de poderes, las cartas de pago, las declaraciones de obra nueva y la división horizontal que no implique extinción de condominio, testamentos en situación de epidemia y, si el notario lo considera conveniente, actos de conciliación. Para que esos servicios se puedan realizar de forma online el notario requiere de la existencia del protocolo electrónico, que convivirá con el protocolo notarial en papel.

Este protocolo electrónico, este es un reflejo idéntico del protocolo en papel. Es decir, de cada escritura solo hay una matriz que tendrá un doble soporte (en papel y digital). La escritura en papel se conserva en la notaría y su versión digital se envia al Consejo General del Notariado en formato PDF, encriptado, junto a una ficha en formato XML con los datos de ese documento extractados. Tienen acceso a ese protocolo tanto el notario titular, bajo su clave, como los empleados que éste designe, por ejemplo para la expedición de copias. Los ficheros relativos al protocolo en soporte electrónico serán remitidos, transcurridos veinticinco años desde la autorización o intervención de la escritura matriz, acta o póliza, a los Archivos Generales de Protocolos de cada colegio notarial.

Gracias al protocolo electrónico los notarios podrán entregar copias electrónicas autorizadas de los documentos notariales a los ciudadanos y empresas, con el consiguiente ahorro de papel y desplazamientos.

La sociedad está acostumbrada a tener toda la información relevante que le afecta en su móvil. Con el protocolo electrónico se facilita el acceso inmediato a esa información, garantizando al ciudadano la seguridad sobre la eficacia, vigencia y carácter inalterado de lo que consulta y asegurándole que en todo el ámbito relevante jurídico-notarial no ha ocurrido nada que limite, restrinja, ni en modo alguno condicione lo que ve y sobre lo que va a tomar decisiones.

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Cuanto cuesta hacer testamento?

El testamento es un documento muy barato, teniendo en cuenta la trascendencia del mismo y, en ocasiones, su complicación jurídica. Independientemente de cuánto valgan los bienes del testador, el testamento cuesta poco más de 40 euros. Si es más largo de lo normal, puede subir ligeramente el precio (es muy raro que supere los 60 euros).

Si quieres mas información acerca de los distintos tipos de testamentos, puedes consultar aquí.

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Tipos de testamento: El testamento abierto

El testamento abierto notarial: es casi el único testamento que se hace hoy en día por sus enormes ventajas frente a los otros.

Se trata de hacer constar la última voluntad, en escritura pública ante notario, pudiendo beneficiarse el testador de su asesoramiento y consejo, y de la seguridad de que las cláusulas del testamento estarán dentro de la legalidad. El notario informa y asesora al testador de las diversas formas en que puede disponer de sus bienes y cómo conseguir lo que quiere. Las posibilidades que ofrece el Derecho son muchas y el notario siempre aconsejará sobre cómo conseguirlas y podrá informar también de las consecuencias fiscales, siempre dentro de la más estricta confidencialidad.

La intervención del notario, como experto que redacta el testamento, garantiza que se cumplen todas las formalidades legales y que el contenido del testamento sea ajustado a Derecho, especialmente que se respeten las legítimas a las que luego se hace referencia. Además, el notario se encarga de la conservación del testamento (puesto que el original queda en su poder y lo que se entrega al testador es sólo una copia) y se consigue, a través del Registro General de últimas voluntades, que se sepa cuál fue el último testamento a la muerte del testador, manteniéndose durante la vida de éste la más absoluta garantía de secreto y confidencialidad en cuanto a la existencia del testamento y en cuanto a su contenido.

Qué necesitas: basta acudir al notario con el Documento Nacional de Identidad (DNI) y explicar cómo quieres dejar el patrimonio. Según la complejidad del testamento, el notario te pedirá escrituras de tus bienes o más información. A partir de estos datos, el notario redactará el testamento por escrito y  procederá a su otorgamiento sin que, en la actualidad, se exija la intervención de más personas, ya que no es necesaria la presencia de testigos, salvo en casos determinados. Es muy sencillo, y no hace falta realizar un inventario de los bienes que tengas.

Si quieres mas información acerca de los distintos tipos de testamentos, puedes consultar aquí.

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Preguntas frecuentes a un notario: Testamentos y herencias

Un familiar muy cercano ha fallecido y queremos comprobar si tenía algún seguro de vida. ¿Me puede ayudar un notario?

Sin duda. Si usted acude a un notario para que se ocupe de una adjudicación o partición de herencia, este hará una consulta por vía telemática en su nombre al Registro de contratos de seguros de fallecimiento para saber si la persona fallecida había contratado un seguro de vida riesgo o similar. El registro remitirá al notario un certificado con la información. De ser positivo, en dicho certificado figurará la compañía o compañías con las que el fallecido contrató el seguro y de qué tipo. El notario comunicará de inmediato la información a los interesados e incorporará una copia del certificado a la escritura pública de herencia, para que quede constancia de todo ello.

(Fuente: Notariado)

Los tres libros contables que debe llevar al día el autónomo

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Llevar al día la contabilidad es un aspecto básico de la gestión empresarial, a la vez que imprescindible, tanto por la necesidad de tener bajo control todo lo que vendemos, compramos, debemos o nos pertenece, como para revisarlos en el caso de que algún organismo público los necesite, ya sea por mera revisión o por la posibilidad de que algo no esté funcionando como debe.

Todo profesional autónomo ha de llevar a cabo la configuración de una serie de libros de contabilidad. Estos hacen referencia a aquellos documentos que soportan y reflejan los hechos trascendentes de la realidad económica de dicho trabajador a lo largo de un periodo de tiempo concreto. Así, la legislación vigente en España establece que los autónomos deben contar con un libro diario, un libro de ventas e ingresos y de compras y gastos, así como con un libro de registro de las facturas expedidas.

En el caso del libro diario se trata de un documento en el que se registran todos los días las operaciones relacionadas con la actividad de la empresa. En este libro también se anotan las cantidades totales de las operaciones llevadas a cabo en periodos superiores al trimestre.

Por su parte, los libros de registro de ventas e ingresos así como los de compras y gastos hacen referencia a aquellos bienes de inversión y provisión de fondos suplidos llevados a cabo durante un periodo de tiempo determinado. Estos documentos son de carácter obligatorio para aquellos contribuyentes que declaren el IRPF.

En lo que respecta al libro de registro de facturas, tanto expedidas como recibidas, estos se configuran como documentos de obligatorio complimiento en los casos de autónomos que hayan de presentar el Impuesto sobre el Valor Añadido.

Independientemente de cual sea el procedimiento utilizado, estos tres libros deben ser elaborados con claridad y por orden de fechas, sin dejar espacios en blanco, tachaduras o interpolaciones. Del mismo modo, la normativa advierte de que una vez que se adviertan deberán corregirse los errores u omisiones padecidos en las anotaciones contables.

Los formatos electrónicos están sustituyendo a los formatos en papel. De esta forma, cada vez más profesionales utilizan aplicaciones de software que les permiten llevar su propia contabilidad y extraer sus propios libros de ingresos y gastos.

Los autónomos deberán conservar estos libros y su correspondiente documentación y justificantes, durante un periodo mínimo de seis años a partir del último ejercicio realizado. De hecho, el ceso de la actividad como autónomo no exime de responsabilidad a dicho profesional que, en el caso de haber fallecido, es transmitida a sus herederos.

(Fuente: Cinco Días)