La creación de empresas es uno de los principales indicadores de la actividad económica de un país. A mayor tejido empresarial, más empleo, más ingresos públicos y por tanto mayores posibilidades de aumentar el desarrollo economico y social de todos los ciudadanos.
El notario es el encargado de la constitución de sociedades en nuestro país. Su función infunde seguridad y tranquilidad al emprendedor, porque además de velar por la legalidad de todo el proceso, le ofrece asesoría jurídica imparcial y gratuíta.
El notario le informará sobre las diferentes sociedades existentes en función de la responsabilidad patrimonial que desee asumir.
Para ello hay que diferenciar entre el empresario individual “emprendedor”, y las formas societarias, y seguiremos el siguiente esquema, quizás poco sistemático pero sí práctico, pues vamos a tratar primero lo que es más común en la práctica diaria, sin perjuicio de más adelante profundizar en la materia:
- El emprendedor individual de responsabilidad limitada (persona física)
- La sociedad de responsabilidad limitada (SL)
- La sociedad anónima
- Otros tipos de sociedades mercantiles