Como bien dice el compañero Joaquín Vicente Calvo Saavedra, un notario es un profesional con los mismos problemas por los que atraviesan cientos de pequeños empresarios o profesionales que dependen única y exclusivamente de su trabajo sin ningún tipo de ayuda, subvención o prerrogativa especial. Responde a todos los niveles de su trabajo, responsabilizandose de él, y en el sistema de libre elección de notario y en esta época de metralleta legislativa en la que estamos, deben seguir estudiando y formandose.

Sin embargo, los notarios, a diferencia de otros profesionales, no pueden cobrar lo que quieran cuando hacen un documento. Lo que se cobra por cada documento se basa en el arancel notarial, que es igual para todos los notarios de España.

Es un arancel fijo que estableció el Gobierno en 1989 y que desde entonces no se ha revisado. En más de 20 años no ha experimentado ni una sola subida, ni actualización por IPC, ni por devaluación del poder adquisitivo o por el simple paso del tiempo, salvo por la subida del IVA, que evidentemente se recauda no para el notario sino para el Estado.

Más bien, el arancel se ha reducido en este tiempo en prácticamente todos los documentos en elaboramos y autorizamos los notarios, como las compraventas, hipotecas, subrogaciones, constitución de sociedades… Reducciones que han llegado en algunos casos hasta el 50%.

A grandes rasgos, el precio de la minuta depende, de tres elementos: la cuantía del objeto, el número de folios que se utilizan y las copias que se expiden. Es por ello que el argumento «mi cuñado compro una finca el otro dia y le cobraron x euros menos» en la mayoría de los casos no es válido. Por ejemplo, ¿tenía la finca el mismo valor? ¿qué documentación se incorporó a la escritura? Hay muchos factores a considerar que podrían provocar esa variación en el importe.

Recuerde que el asesoramiento notarial es gratuíto, y que siempre puede solicitar a su notarío un presupuesto para conocer de forma aproximada los gastos que podría suponerle la operación que desea realizar.

El notario está obligado a darle una factura detallada de sus servicios y costes correspondientes y si tiene alguna duda con su factura, el colegio notarial se la revisará de forma gratuita.